SIEMPRE SE TRATA DE UNA RELEÍDA DE OBRAS DE PERENNE VALIDEZ EN LA MAYOR PARTE DE SU CONTENIDO. ESTA VEZ Y DURANTE EL MES DE FEBRERO RELEO LA POLÍTICA DE ARISTÓTELES, Y ÉSTE ES EL LIBRO QUYE OS ESTOY PUBLICANDO EN CASTELLANO, PARA QUE TODO EL MUNDO PUEDA COMPRENDER. SORPRENDERÁ LA ACTUALIDAD DEL LIBRO EN MUCHOS DE SUS ASPECTOS.
A CONTINUACIÓN OS OFREZCO EL ENLACE:
Y UN SUMARIO COMPLETO DE LA OBRA:
SUMARIO
Nota previa: Para seguir un orden lógico en cuanto a la exposición, disponemos el sumario con un orden diferente al tradicional que suelen traer las ediciones desde antiguo.
LIBRO PRIMERO
LA SOCIEDAD CIVIL. LA ESCLAVITUD. LA PROPIEDAD. EL PODER DOMÉSTICO
CAPÍTULO I. Origen del Estado y de la sociedad
La sociedad es un hecho natural. Elementos de la familia; el marido y la mujer, el señor y el esclavo. El pueblo se forma mediante la asociación de familias. El Estado se forma mediante la asociación de pueblos: es el fin de todas las demás asociaciones; el hombre es un ser esencialmente sociable. Superioridad del Estado sobre los individuos; necesidad de la justicia social.
CAPÍTULO II. La esclavitud
Opiniones diversas en pro y en contra de la esclavitud: opinión de Aristóteles; necesidad de instrumentos sociales; necesidad y utilidad del poder y de la obediencia. La superioridad y la inferioridad naturales determinan la existencia de los señores y de los esclavos: la esclavitud natural es necesaria, justa y útil; el derecho de la guerra no puede fundar la esclavitud. Ciencia del señor; ciencia del esclavo.
CAPÍTULO III. La adquisición de los bienes
De la propiedad natural y de la artificial. Teoría de la adquisición de los bienes; la adquisición de los bienes no afecta directamente a la economía doméstica, que emplea los bienes, pero no los crea. Diversos modos de adquirir: la agricultura, el pastoreo, la caza, la pesca, la piratería, etc. Todos estos modos constituyen la adquisición natural. El comercio es un modo de adquisición que no es natural; doble valor de las cosas, uso y cambio; necesidad y utilidad de la moneda: la venta; codicia insaciable del comercio; reprobación de la usura.
CAPÍTULO IV. Consideración práctica sobre la adquisición de los bienes
Riqueza natural, riqueza artificial; explotación de los bosques y de las minas como una tercera especie de riqueza. Autores que han escrito sobre estas materias: Cares de Paros y Apolodoro de Lemnos. Especulaciones ingeniosas y seguras para adquirir fortuna: especulación de Tales; monopolios utilizados por los particulares y por los Estados.
CAPÍTULO V. El poder doméstico
Relaciones del marido a la mujer y del padre a los hijos. Virtudes particulares y generales del esclavo, de la mujer y del hijo. Diferencia profunda entre el hombre y la mujer: error de Sócrates: trabajos estimables de Gorgias Cualidades del obrero. Importancia de la educación de las mujeres y de los hijos.
LIBRO SEGUNDO
EXAMEN CRÍTICO DE LAS TEORÍAS ANTERIORES Y DE LAS PRINCIPALES CONSTITUCIONES
CAPÍTULO I. Examen de la República, de Platón
Crítica de sus teorías sobre la comunidad de las mujeres y de los hijos —La unidad política, tal como la concibe Platón, es una quimera, y destruiría el Estado, lejos de fortificarle. Indiferencia que ordinariamente tienen los asociados respecto dulas propiedades comunes; imposibilidad de ocultar a los ciudadanos los lazos de familia que los unen; peligros de ignorarlos; crímenes contra naturaleza; indiferencia de unos ciudadanos para con otros. Condenación absoluta de este sistema.
CAPÍTULO II. Continuación del examen de la República, de Platón
Crítica de sus teorías sobre la comunidad de bienes; dificultades generales que nacen de la mancomunidad, cualquiera que ella sea. La benevolencia recíproca de los ciudadanos puede, hasta cierto punto, reemplazar la mancomunidad, y vale más que ella; importancia del sentimiento de propiedad; el sistema de Platón sólo tiene una apariencia seductora; es impracticable, y no tiene las ventajas que su autor dice. Observaciones críticas sobre la posición excepcional de los guerreros y sobre la perpetuidad de las magistraturas.
CAPÍTULO III. Examen del tratado de las Leyes, de Platón
Relaciones y diferencias entre las Leyes y la República. Observaciones críticas: el número de guerreros es excesivo, y no se toma en cuenta para nada la guerra exterior; falta de claridad y de precisión en lo relativo a los límites de la propiedad; olvido en lo concerniente al número de hijos; no se advierte en Fedón este vacío; el carácter general de la constitución propuesta en las Leyes es, sobre todo, oligárquico, como lo prueba el modo de elección para los magistrados.
CAPÍTULO IV. Examen de la constitución propuesta por Faleas de Calcedonia
De la igualdad de bienes; importancia de esta ley política; la igualdad de los bienes lleva consigo la igualdad de educación; insuficiencia de este principio. Faleas nada ha dicho de las relaciones de su ciudad con los Estados vecinos: es preciso extender la igualdad de bienes hasta los muebles, y no limitarla a los bienes raíces. Disposición de Faleas sobre los artesanos.
CAPÍTULO V. Examen de la constitución ideada por Hipódamo de Mileto
Análisis de esta constitución; división de las propiedades; tribunal su premo de apelación; recompensa a los inventores de descubrimientos políticos; educación de los huérfanos de los guerreros. Crítica de la división de las clases y de la propiedad; crítica del sistema propuesto por Hipódamo respecto al tribunal de apelación: cuestión relativa a las innovaciones en materia política; es conveniente dejar de hacer innovaciones, para no debilitar el respeto debido a la ley.
CAPÍTULO VI. Examen de la constitución de Lacedemonia
Crítica de la organización de la esclavitud en Esparta; vacío de la legislación lacedemoniana respecto a las mujeres. Desproporción enorme de las propiedades territoriales causada por la imprevisión del legislador; consecuencias fatales. Defectos en la institución de los éforos; defectos en la institución del Senado; defectos en la institución del reinado. Organización viciosa de las comidas comunes. Los almirantes tienen demasiado poder. Esparta, según Platón, sólo ha desarrollado la virtud guerrera. Organización defectuosa de las rentas públicas.
CAPÍTULO VII. Examen de la constitución de Creta
Sus relaciones con la constitución de Lacedemonia; admirable posición de Creta; siervos. Cosmos, Senado; la organización de las comidas públicas y comunes es mejor en Creta que en Esparta. Costumbres viciosas de los cretenses autorizadas por el legislador; desórdenes monstruosos del gobierno cretense.
CAPÍTULO VIII. Examen de la constitución de Cartago
Su mérito probado por la tranquilidad interior que ha disfrutado y la estabilidad del Estado; analogías entre la constitución de Cartago y la de Esparta. Defectos de la constitución cartaginesa; demasiado poder de las magistraturas; estimación exagerada de la riqueza; acumulación de empleos; la constitución cartaginesa no es bastante fuerte para que el Estado pueda soportar un contratiempo.
CAPÍTULO IX. Consideraciones acerca de varios legisladores
Solón: verdadero espíritu de sus reformas. Zaleuco, Carondas, Onomácrito; Filolao, legislador de Tebas; ley de Carondas contra los testigos falsos; Dracón, Pítaco, Andródamas.
LIBRO TERCERO
EL ESTADO Y EL CIUDADANO. TEORÍA DE LOS GOBIERNOS Y DE LA SOBERANÍA. EL REINADO
CAPÍTULO I. El Estado y el ciudadano
Condiciones necesarias para ser ciudadano: el domicilio no basta; el carácter distintivo del ciudadano es la participación en las funciones de juez y de magistrado; esta definición general varía según los gobiernos, y se aplica principalmente al ciudadano de la democracia; insuficiencia de las definiciones que ordinariamente se dan. De la identidad del Estado en sus relaciones con los ciudadanos; la identidad del suelo no constituye la identidad del Estado; el Estado varía con la constitución misma.
CAPÍTULO II. Continuación del mismo asunto
La virtud del ciudadano no se confunde con la del hombre privado; el ciudadano está siempre en relación con el Estado. La virtud del individuo es absoluta, sin que las relaciones exteriores la limiten; estas dos virtudes no se confunden en la república perfecta; sólo se dan reunidas en el magistrado digno de mandar; cualidades muy diversas que exigen el mando y la obediencia, bien que el buen ciudadano debe saber igualmente obedecer que mandar; la virtud especialmente propia del mando es la prudencia.
CAPÍTULO III. Conclusión del asunto anterior
Los artesanos no pueden ser ciudadanos en un Estado bien constituido; excepciones diversas a este principio; posición de los artesanos en las aristocracias y en las oligarquías; necesidades a que los Estados deben someterse a veces. Concepto definitivo del ciudadano.
CAPÍTULO IV. División de los gobiernos y de las constituciones
Idea general y fin del Estado; el amor instintivo de la vida y la sociabilidad en el hombre; el poder, en la comunión política, debe tener siempre por mira el bien de los administrados. Según este principio, se dividen los gobiernos en gobiernos de interés general, que son los buenos, y gobiernos de interés particular, que son los corruptos.
CAPÍTULO V. División de los gobiernos
Gobiernos puros: reinado, aristocracia, república; gobiernos corruptos: tiranía, oligarquía, demagogia. Las objeciones que se hacen a esta división general se apoyan en hipótesis y no en hechos. Disentimiento de los ricos y de los pobres sobre la justicia y el derecho políticos; unos y otros ven tan sólo una parte de la verdad. Noción exacta y esencial de la ciudad y de la asociación política que tienen principalmente en cuenta la virtud y la felicidad de los asociados, y no tan sólo la vida común. Solución general del litigio entre la riqueza y la pobreza.
CAPÍTULO VI. La soberanía
El gobierno del Estado puede ser profundamente injusto; pretensiones recíprocas e igualmente inicuas de la mayoría y de la minoría. Argumentos diversos en favor de la soberanía popular y enumeración de los objetos a que puede extenderse: objeciones a estos argumentos y respuesta a estas objeciones. La soberanía debe residir en las leyes fundadas en la razón; estrecha relación entre las leyes y la constitución.
CAPÍTULO VII. Continuación de la teoría de la soberanía
Para saber a quién pertenece la soberanía, deben tenerse en cuenta las condiciones verdaderamente políticas, y no otras, cualesquiera que ellas sean: la nobleza, la libertad, la fortuna, la justicia, el valor militar, la ciencia, la virtud. Insuficiencia de las pretensiones exclusivas: la igualdad es, en general, el fin que el legislador debe proponerse a fin de conciliar aquéllas.
CAPÍTULO VIII. Conclusión de la teoría de la soberanía
Excepción al principio de igualdad en favor del hombre superior; origen y justificación del ostracismo; uso del ostracismo en los gobiernos de todas clases; el ostracismo no es posible en la ciudad perfecta; el Estado debe someterse al hombre superior; apoteosis del genio.
CAPÍTULO IX. Teoría del reinado
De la utilidad o de los peligros de esta forma de gobierno. Cinco especies diversas de reinado, que debe ser siempre legal: la primera especie no es más que un generalato vitalicio; la segunda es la que tienen ciertos pueblos bárbaros, y se aproxima a la tiranía por lo ilimitado de su poder; la tercera comprende las esimenetias o tiranías voluntarias consentidas por un tiempo más o menos largo; la cuarta es el reinado de los tiempos heroicos; la quinta, en fin, es aquella en que el rey es dueño absoluto del poder, a la manera que lo es el padre en el seno de la familia.
CAPÍTULO X. Continuación de la teoría del reinado
Las cinco especies pueden reducirse a dos principales. Del reinado absoluto: ¿vale más encomendar el poder a un solo individuo que a las leyes hechas por ciudadanos ilustrados y hombres de bien?Argumentos en pro y en contra del reinado absoluto; la aristocracia es muy preferible; causas que han producido el establecimiento y después la ruina de los reinados. La sucesión hereditaria del poder real no es admisible. De la fuerza pública puesta a disposición del reinado.
CAPÍTULO XI. Conclusión de la teoría del reinado
Superioridad de la ley; aun cuando ésta disponga siempre de una manera general, vale más que el poder arbitrario de un individuo; auxiliares precisos de que el monarca ha de servirse siempre para poder ejercer la autoridad; condenación en general del reinado absoluto. Única excepción en favor del genio. Fin de la teoría del reinado.
CAPÍTULO XII. El gobierno perfecto o de la aristocracia
LIBRO SÉPTIMO
TEORÍA GENERAL DE LA CIUDAD PERFECTA
CAPÍTULO I. La vida perfecta
Teoría de la república perfecta. Indagación preliminar de la vida más perfecta: división de los bienes de que el hombre puede gozar; bienes exteriores, bienes del alma: superioridad de estos últimos; la felicidad está siempre en proporción de la virtud; los hechos y la razón lo prueban.
CAPÍTULO II. La felicidad con relación al Estado
¿La felicidad tiene los mismos elementos cuando se trata del Estado qué cuando el individuo? Ventajas e inconvenientes de la dominación; ejemplos diversos de algunos pueblos que siempre la han ambicionado; condenación de este sistema político; la conquista no debe ser aspiración de la ciudad.
CAPÍTULO III. La vida política
Examen de las opiniones que recomiendan o proscriben la vida política; la actividad es el verdadero fin de la vida, lo mismo para los individuos que para el Estado; la verdadera actividad es la del pensamiento, que prepara y rige los actos exteriores.
CAPÍTULO IV. La extensión que debe tener el Estado
De la extensión que el Estado perfecto debe tener; hay límites que no deben traspasarse; aunque no se deba fijar un número exacto de ciudadanos, es preciso que sea tal que pueda bastar a todas las necesidades de la vida común, y no sea tan excesivo que puedan los ciudadanos evitar la vigilancia de la autoridad; peligros de una excesiva población.
CAPÍTULO V. El territorio del Estado perfecto
Condiciones militares que debe reunir: la ciudad debe ser marítima; medios seguros de sacar partido de la proximidad del mar; peligros de la preocupación exclusiva del comercio marítimo; precauciones que el legislador debe tomar para que las relaciones marítimas no perjudiquen al buen orden de la ciudad.
CAPÍTULO VI. Las cualidades naturales que deben tener los ciudadanos en la república perfecta. Caracteres diversos de los pueblos según el clima; diversidad de sus instituciones políticas. Superioridad incontestable de la raza griega; un pueblo debe tener a la vez inteligencia y valor; papel notable que desempeña el corazón en la vida humana.
CAPÍTULO VII. Los elementos indispensables a la existencia de la ciudad
Son de seis especies: subsistencias, artes, armas, rentas públicas, sacerdocio y gestión de los intereses generales y decisión de los juicios; sin estos elementos la ciudad no puede subsistir ni ser independiente.
CAPÍTULO VIII. Elementos políticos de la ciudad
Reducción de los mismos a dos en el gobierno perfecto; son ciudadanos únicamente los que empuñan las armas y tienen derecho a votar en la asamblea pública; exclusión de todos los artesanos; los bienes raíces deben pertenecer sólo a los ciudadanos; entre los ciudadanos, las armas deben confiarse a la juventud; las funciones públicas, a los de edad madura, y el sacerdocio a los ancianos.
CAPÍTULO IX. Antigüedad de ciertas instituciones políticas
Antigüedad de la división en castas y de las comidas en común; ejemplos del Egipto y de la Italia: de la división de la propiedad en la república perfecta; de la elección de esclavos.
CAPÍTULO X. La situación de la ciudad
Condiciones que debe procurarse que tenga: la salubridad, las aguas; de las fortificaciones de la ciudad: necesita de murallas que sirvan de auxiliar al valor de sus habitantes; falsas teorías que se han expuesto sobre este punto: los progresos del arte de sitiar exigen que las ciudades sepan defenderse con tanta habilidad como la que pueda emplearse en el ataque.
CAPÍTULO XI. Los edificios públicos y de la policía
De los edificios consagrados al culto en la república perfecta; de las comidas en común; de los magistrados; de las plazas públicas y de los gimnasios; de la policía de la ciudad; la policía rural debe organizarse poco más o menos de la misma manera.
CAPÍTULO XII. Las cualidades que los ciudadanos deben tener en la república perfecta
Condiciones generales de la felicidad; influencia de la naturaleza, de los hábitos y de la razón; unión necesaria de estos tres elementos para constituir la felicidad del individuo y de la ciudad; es preciso suponer que se dan reunidos en la ciudad perfecta.
CAPÍTULO XIII. La igualdad y la diferencia entre los ciudadanos en la ciudad perfecta. Subordinación natural según las diversas edades. Las ocupaciones de la paz constituyen la vida verdadera de la ciudad; es preciso saber emplear convenientemente el tiempo de sobra; la cultura de la razón debe ser el principal objeto que se han de proponer el hombre en la vida y el legislador en la educación de los ciudadanos.
CAPÍTULO XIV. La educación de los hijos en la ciudad perfecta
Cuidados que el legislador debe tomar en lo relativo a la generación; de la edad de los esposos; condiciones indispensables para que la unión sea lo que debe ser; peligros de las uniones demasiado precoces: cuidados que deben tenerse con las mujeres encintas; abandono de los hijos cuando son deformes o numerosos; el aborto; castigo de la infidelidad conyugal.
CAPÍTULO XV. La educación durante la primera infancia
Cuidados higiénicos: ejercicios corporales. Debe evitarse el roce con los esclavos; debe proscribirse toda palabra o acción deshonesta delante de los niños; importancia de las primeras impresiones. De cinco a siete años los niños deben asistir a las lecciones sin tomar parte en ellas; hay que distinguir dos épocas en punto a la educación; de los siete años a la pubertad; de la pubertad a los veintiún años.
LIBRO OCTAVO
LA EDUCACIÓN EN LA CIUDAD PERFECTA
CAPÍTULO I. Condiciones de la educación.
Importancia capital de esta cuestión; la educación debe ser pública; diversidad de opiniones sobre los objetos que la educación debe comprender, si bien generalmente se está de acuerdo sobre el fin que debe proponerse.
CAPÍTULO II. Cosas que debe comprender la educación
Cosas que deben ser objeto de ella: las letras, la gimnástica, la música y el dibujo; límites en que debe encerrarse el estudio para los hombres libres. Del lugar que en otro tiempo ocupó la música en la educación; es una ocupación propia de los momentos de ocio.
CAPÍTULO III. La gimnástica como elemento de la educación
De la utilidad de la gimnástica; excesos cometidos en este punto por algunos gobiernos; no debe intentarse hacer que los ciudadanos sean atletas ni guerreros feroces; sólo debe procurarse dar al cuerpo robustez y destreza y al espíritu valor generoso; la experiencia de diversos pueblos basta para fijar con certidumbre los límites en que conviene encerrar la gimnástica; edad en que debe el hombre dedicarse a ella.
CAPÍTULO IV. L música como elemento de la educación
De la música; no todos están de acuerdo acerca de la naturaleza y utilidad de la música; si es un puro pasatiempo, se le puede obtener lo mismo oyendo a artistas de profesión que ejercitándose uno mismo; análisis de las diversas objeciones que se hacen al estudio de la música.
CAPÍTULO V. Continuación de lo relativo a la música como elemento de la educación
La música no es un mero placer; puede ejercer un gran influjo sobre las almas; diversos hechos que lo prueban; diferencia entre la música y las demás artes, particularmente la pintura; siendo incontestable el poder moral de la música, es preciso hacerla entrar en la educación; y en este sentido es en el que es útil.
CAPÍTULO VI. Continuación de lo relativo a la música.
Conviene que los niños practiquen la música; ventajas de esta ejecución; límites en que debe encerrarse; elección de instrumentos; no todos deben admitirse; proscripción de la flauta; diversas fases por que ha pasado el estudio de este instrumento; ha sido condenado por la misma Minerva, si hemos de dar crédito a la fábula.
CAPÍTULO VII. Conclusión de lo relativo a la música.
Elección de las armonías y de los ritmos que deben entrar en la educación de los niños; los cantos son de tres especies: moral, animado, apasionado; los primeros son los que casi exclusivamente deben constituir esta enseñanza; el modo dórico es, sobre todo, el conveniente; crítica de lo dicho por Platón.
LIBRO CUARTO
LA DEMOCRACIA Y LA OLIGARQUÍA. LOS TRES PODERES: LEGISLATIVO, EJECUTIVO Y JUDICIAL
CAPÍTULO I. Los deberes del legislador
No debe limitarse el legislador a conocer el mejor gobierno posible; debe saber también mejorar en la práctica los elementos actuales de que puede disponer; de aquí nace para él la necesidad de conocer las diversas especies de constituciones y las leyes especiales que son esenciales a cada una de ellas.
CAPÍTULO II. Resumen de lo precedente e indicación de lo que sigue
Subordinación de los malos gobiernos; matices diversos de la democracia y de la oligarquía; la teoría de las revoluciones deberá ser la conclusión de esta obra.
CAPÍTULO III. Relación de las constituciones con los elementos sociales
La diferencia de constituciones nace de la diferencia misma de los elementos sociales; la pobreza y la riqueza dan origen a dos formas principales de constituciones, la democracia y la oligarquía. Carácter esencial de la una y de la otra; el número no es su condición capital; es la fortuna. Enumeración de las partes necesarias del Estado; crítica del sistema de Platón; todas las funciones sociales pueden acumularse; sólo la pobreza y la riqueza no pueden reunirse en unas mismas manos.
CAPÍTULO IV. Especies diversas de democracia
Sus caracteres y sus causas; son cinco. Influencia desastrosa de los demagogos en las democracias en que la ley ha cesado de ser soberana; tiranía del pueblo extraviado por sus aduladores.
CAPÍTULO V. Especies diversas de oligarquía
Son éstas cuatro. Influencia general de las costumbres sobre la naturaleza del gobierno. De las causas de las diversas especies de democracia y de oligarquía. Examen de las formas de gobierno distintas de la democracia y de la oligarquía. Algunas palabras sobre la aristocracia.
CAPÍTULO VI. Ideal general de la república
Sus relaciones con la democracia. Elementos que el Estado debe combinar: la libertad y la riqueza constituyen principalmente la república, mezclándose de diversos modos. Relaciones de la república con la aristocracia.
CAPÍTULO VII. Más sobre la república
La república es una combinación de la oligarquía y de la democracia; medios diversos de hacer esta combinación. Carácter de una verdadera república; ejemplo tomado del gobierno de Lacedemonia; la república debe sostenerse sólo por el amor de los ciudadanos.
CAPÍTULO VIII. Breves consideraciones sobre la tiranía
Sus relaciones con el reinado y la monarquía absoluta; siempre es un gobierno fundado en la violencia.
CAPÍTULO IX. Continuación de la teoría de la república propiamente dicha
Excelencia política de la clase media; diversas cualidades sociales que solamente ella presenta: es la verdadera base de la república. Esta forma de gobierno se encuentra raras veces.
CAPÍTULO X. Principios generales aplicables a estas diversas especies de gobierno
Calidad y cantidad de los ciudadanos que gozan de derechos políticos; es necesario combinar con equidad los diversos elementos del Estado, y dar a cada cual su parte; ardides de la oligarquía; ardides contrarios de la democracia; reglas que deben seguirse respecto de los pobres. Consideraciones históricas; importancia creciente de la infantería procedente de las filas del pueblo.
CAPÍTULO XI. Teoría de los tres poderes en cada especie de gobierno: poder legislativo
Teoría de los tres poderes: legislativo o de la asamblea general, ejecutivo o de los magistrados y judicial o de los tribunales. Organización del poder legislativo; sus formas diversas en la democracia y en la oligarquía. De las sentencias judiciales encomendadas a la decisión de la asamblea general; vicios del sistema actual.
CAPÍTULO XII. El poder ejecutivo
De la organización de las magistraturas. Dificultades de esta cuestión; idea general del magistrado; su carácter distintivo; diferencia en este respecto entre los grandes Estados y los pequeños: en los unos se pueden dividir las magistraturas, en los otros es preciso con frecuencia reunirlas en una sola mano. Las magistraturas varían con las constituciones; diferentes combinaciones según las cuales se pueden establecer; los electores; los elegibles; modo de nombramiento, matices diversos según las diversas constituciones.
CAPÍTULO XIII. El poder judicial
De la organización de los tribunales; su personal, sus atribuciones, su modo de formación; especies diversas de tribunales; nombramiento de los jueces; formas distintas según la diversidad de constituciones.
LIBRO SEXTO
LA ORGANIZACION DEL PODER EN LA DEMOCRACIA Y EN LA OLIGARQUÍA
CAPÍTULO I. La organización del poder en la democracia
Consecuencias que se desprenden del principio de la democracia; aplicaciones más o menos completas que pueden hacerse. Carácter de la democracia, la libertad; del turno en el poder y de la independencia absoluta de las acciones individuales como consecuencia de aquélla; organización especial del poder en la democracia; la asamblea general; el senado; retribución de los funcionarios; de la igualdad democrática.
CAPÍTULO II. Organización del poder en la democracia (continuación)
El pueblo agricultor es el más acomodado para la democracia; instituciones que convienen al mismo; leyes hechas en algunos Estados para favorecer la agricultura. De los pueblos pastores. De la demagogia extrema; medios propios de la misma.
CAPÍTULO III. Continuación de lo relativo a la organización del poder en la democracia
Condiciones necesarias para la duración de las democracias: no exagerar las consecuencias del principio democrático; evitar la opresión de los ricos y las confiscaciones en provecho del tesoro público; procurar proporcionar al pueblo un bienestar general. Medios empleados por algunos gobiernos.
CAPÍTULO IV. De la organización del poder en las oligarquías
Las bases son generalmente las opuestas a las de la democracia; condiciones diversas del censo. La administración de las oligarquías exige mucha prudencia, porque su principio es malo; necesidad del orden debido; relación de las diversas formas o grados de la oligarquía con la composición del ejército. Los oligarcas deben hacer ciertos gastos; faltas que cometen las más de las oligarquías.
CAPÍTULO V. Las diversas magistraturas indispensables o útiles a la ciudad
Objetos a que se aplican estas magistraturas: el mercado, la limpieza y mantenimiento de calles y caminos, etc. ; los campos, las rentas del Estado; los actos y contratos; la ejecución de las sentencias; los negocios, militares; el ajuste de las cuentas públicas; presidencia de la asamblea general; el culto religioso y civil; inspección de las mujeres y de los jóvenes. Fin de la teoría sobre la organización del poder.
LIBRO QUINTO
TEORÍA GENERAL DE LAS REVOLUCIONES
CAPÍTULO I. Procedimientos de las revoluciones
Teoría de las revoluciones; su lugar en esta obra; causa general de la diversidad de constituciones: la necesidad de igualdad mal comprendida. Procedimientos generales de las revoluciones; se dirigen ya a las cosas, ya a las personas. De la igualdad positiva y de la igualdad proporcional; la república tiene, en especial, probabilidades de estabilidad.
CAPÍTULO II. Causas diversas de las revoluciones
Disposición de los espíritus; fin de las revoluciones; circunstancias determinantes; estas circunstancias son muy complejas; el ansia de riquezas y de honores, el insulto, el miedo, el desprecio, el aumento desproporcionado de una clase, las cábalas, la negligencia, las causas imperceptibles, la diversidad de origen. Citas históricas en apoyo de estas consideraciones.
CAPÍTULO III. Continuación de la teoría precedente
Las causas verdaderas de las revoluciones son siempre muy graves, pero la ocasión puede ser fútil; la igualdad de los partidos produce muchas veces las revoluciones; procedimientos empleados ordinariamente por los revolucionarios.
CAPÍTULO IV. Las causas de las revoluciones en las democracias
El carácter turbulento de los demagogos es la más común, como lo prueba la historia. De los demagogos que son al mismo tiempo jefes del ejército; peligros que tiene el reunir grandes atribuciones en una misma mano; utilidad y ventaja del voto por fracciones en lugar del voto en masa.
CAPÍTULO V. Las causas de las revoluciones en las oligarquías
División entre los mismos oligarcas: los que se ven excluidos del poder se sublevan, y a veces se hacen demagogos; conducta de los oligarcas que no saben conservar su propia fortuna; causas de las revoluciones en la oligarquía en tiempo de guerra; violencias de unos oligarcas contra otros; circunstancias accidentales. Las oligarquías y las democracias se convierten raras veces en los gobiernos contrarios.
CAPÍTULO VI. Las causas de las revoluciones en las aristocracias
Minoría demasiado limitada de los miembros del gobierno; infracción del derecho constitucional; influencia de los partidos contrarios, que exageran su principio; fortuna excesiva de los principales ciudadanos; causas imperceptibles; causas exteriores de destrucción. Fin de la teoría de las revoluciones en los Estados republicanos.
CAPÍTULO VII. Medios generales de conservación y de prosperidad en los Estados democráticos, oligárquicos y aristocráticos
Respecto a las leyes; franqueza en las cosas políticas; corta duración de las funciones; inspección activa ejercida por todos los ciudadanos; revisión frecuente del censo; precauciones que deben tomarse contra las notabilidades políticas; inspección de las costumbres de los ciudadanos; integridad de los funcionarios públicos; concesión de los empleos poco importantes al pueblo; amor de la mayoría de los ciudadanos a la constitución; moderación en el ejercicio del poder; esmero en lo relativo a la educación pública.
CAPÍTULO VIII. Las causas de revolución y de conservación en las monarquías
Diferencia entre el rey y el tirano; las causas de revolución en las monarquías son idénticas en parte a las de las repúblicas; conspiraciones contra las personas y contra el poder; insultos hechos por los tiranos; influencia del miedo y sobre todo del desprestigio; conspiraciones tramadas por el deseo de la gloria; ataques exteriores contra la tiranía; ataques de sus propios partidarios; causas de ruina para el reinado; peligros de la sucesión hereditaria.
CAPÍTULO IX. Los medios de conservación en los Estados monárquicos
El reinado se salva por la moderación. Las tiranías tienen dos sistemas muy diferentes para sostenerse: la violencia unida a la astucia y la buena administración; examen del primer sistema: sus vicios; examen del segundo sistema: sus ventajas; retrato del tirano; duración de las diversas tiranías; datos históricos.
CAPÍTULO X. Crítica de la teoría de Platón sobre las revoluciones
Errores cometidos por Platón con relación al orden en que se suceden más comúnmente los diversos gobiernos; Platón ha reducido a límites estrechos la cuestión.
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